Un ataque a la red es una actividad no autorizada en los activos digitales de una red organizacional. Se realiza con la intención de destruir o sustraer datos personales. Las partes malintencionadas intentan obtener acceso a los sistemas internos.
Un par de ejemplos de ataques de red incluyen DDoS (Distributed Denial of Service), SQL injection, Man in the Middle, etc.
Una organización tan grande como la que maneja 1000 requests por minuto puede verse infiltrada con 10 000 o más requests por minuto y consume sus principales recursos, lo que ralentiza el rendimiento de los servidores y la base de datos. Categorizando la pérdida que una organización podría soportar en tales circunstancias, existen las siguientes secciones que enfrentarían un impacto significativo:
- Corrupción de datos
- Pérdida financiera para la organización.
- Robo de datos
- Interrupción Operacional
- Pérdida de reputación
Corrupción de datos: una gran cantidad de requests o requests no autorizadas pueden corromper los datos importantes tanto para la organización como para el cliente. El estado de los pedidos y los flujos de trabajo podría cambiar, los pagos de los clientes podrían quedar bloqueados. Los libros de contabilidad y la corrupción de los datos financieros pueden generar problemas mayores para la organización durante las auditorías. Es muy importante para las organizaciones tener una copia de seguridad de los datos.
Pérdida financiera para la organización: para ganarse la confianza de sus clientes y partes interesadas, una organización podría tener que ofrecerles compensaciones e incentivos. Si el ataque es peor, es posible que también tengan que conectarse con organizaciones de terceros que manejarían y mitigarían el ataque por ellos. También es posible que los recursos se carguen sobre la cantidad de requests, lo que solo empeorará las cosas para la organización. Si ocurre un ataque en la temporada o durante las rebajas, la pérdida de pedidos potenciales es otra pérdida financiera. Reparar los activos perdidos es otro costo.
Robo de datos: Uno de los activos favoritos de los atacantes son los datos personales de los clientes. Su dirección/ubicación, números de teléfono, correos electrónicos o incluso la información de pago pueden utilizarse indebidamente en forma de ingeniería social u otras formas. De hecho, las organizaciones que acceden a cámaras, contactos, pueden crear problemas aún mayores para sus usuarios.
Interrupción operativa: para recuperarse del ataque, la organización puede decidir detener las operaciones y actividades hasta que vuelva a su estado saludable, lo que genera un retraso significativo en los flujos de trabajo de las operaciones.
Pérdida de reputación: el daño a la reputación puede ser catastrófico para la organización. La pérdida de clientes, una oportunidad para los competidores, el aumento del riesgo de liquidez, el impacto en el mercado y las acciones solo dificultarán la recuperación de la organización.
Es importante que la organización construya prácticas de seguridad fundamentales, eduque al personal, instale cortafuegos, habilite la autenticación vertical y el control de acceso, administre contraseñas, tenga copias de seguridad de datos.
Las medidas preventivas en una organización frente a los ciberataques son las siguientes:
- Desarrollar políticas de seguridad cibernética .
- Implementar capacitaciones de concientización sobre seguridad en la organización.
- Instale el filtro de correo no deseado y el software antimalware.
- Realizar escaneos de vulnerabilidades de red.
- Realizar pruebas de penetración.
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Artículo escrito por aggarwalsimran103 y traducido por Barcelona Geeks. The original can be accessed here. Licence: CCBY-SA