La ética de la virtud se remonta a Aristóteles, quien consideraba la virtud un fin en lugar de simplemente el medio para algún otro fin. Mientras que otros enfoques de la ética a menudo se centran en lo que las personas deben hacer para lograr sus fines, la ética de la virtud se centra en las virtudes y en cómo el comportamiento virtuoso puede contribuir a la felicidad y la realización en la vida. La ética de la virtud enfatiza la importancia de desarrollar buenos hábitos que se alineen con los valores de uno, entendiendo que sus acciones reflejan quién es usted e influyen en quién se convertirá.
¿Qué es la ética de la virtud?
Un sistema ético en el que el comportamiento moral se basa en tener un carácter virtuoso. En otras palabras, los individuos son buenos si tienen ciertas virtudes (rasgos excelentes) en lugar de seguir reglas o leyes específicas. Lo opuesto a la ética de la virtud es la deontología, donde la moralidad depende del cumplimiento del deber de seguir las reglas u obedecer las leyes. Los deontólogos piensan que las personas son buenas porque cumplen con su deber, mientras que los éticos de la virtud piensan que las personas son buenas debido a sus características intrínsecas. Así, por ejemplo, sería virtuoso que una persona diera dinero a la caridad aunque no tenga obligación legal de hacerlo.
Una breve historia de la ética de la virtud:
La ética de la virtud (o, a veces, la ética aristotélica) se refiere a una tradición en la teoría ética que se basa en los rasgos del carácter, las virtudes o las excelencias. Contrasta con la ética deontológica (a veces llamada ética basada en el deber), principalmente preocupada por las obligaciones, los derechos y los deberes, y la ética consecuencialista (a veces llamada utilitarismo), principalmente preocupada por los resultados. Los antiguos griegos consideraban una virtud (arete) central para la felicidad y la realización humana. Sócrates enseñó que la virtud es conocimiento, lo que requiere que cada persona desarrolle sus potencialidades inherentes en la medida de lo posible.
¿Cómo practicaremos la ética de la virtud?
La mejor manera de practicar la ética de la virtud es asumiendo la responsabilidad de sus acciones . Si comete un error, admítalo, aprenda de él y trate de no repetirlo. Si tienes la oportunidad de hacer algo bueno o malo, sé honesto contigo mismo sobre lo que estás haciendo y por qué lo estás haciendo. En muchos sentidos, practicar la ética de la virtud es como practicar cualquier otro tipo de superación personal. Requiere esfuerzo, pero puede ver resultados reales con el tiempo si continúa.
Cómo funciona la ética de la virtud en contextos comerciales:
Aunque la ética de la virtud se desarrolló por primera vez para su uso en contextos filosóficos, también puede ayudarnos a pensar en la ética empresarial. Las virtudes son cualidades que se muestran a través de ciertos comportamientos. Por ejemplo, si mostrara honestidad en su trabajo como gerente, estaría exhibiendo la honestidad como una virtud. Y si mostrara integridad al tratar con clientes o empleados, estaría mostrando integridad como una virtud.
Virtudes éticas vs virtudes morales:
Las virtudes éticas son más específicas que las virtudes morales. Las virtudes éticas, como la honestidad, se centran en las acciones individuales que se alinean con un código ético particular. Las virtudes morales, como la amabilidad o la valentía, tienen un alcance más amplio y abarcan muchos tipos diferentes de comportamiento. Por ejemplo , alguien que es honesto también puede ser amable; sin embargo, alguien que es amable puede no ser siempre honesto. Esta diferencia entre virtudes éticas y morales puede ayudarnos a entender por qué es importante considerar ambas al evaluar el carácter de un individuo.
Las virtudes éticas pueden ayudarnos a tomar mejores decisiones en la vida (por ejemplo, en los negocios y en la vida personal):
Cuando tomamos una decisión ética, decidimos basándonos en lo que es moralmente correcto en esa situación. Las virtudes éticas como la integridad, la honestidad, la humildad y la justicia nos permiten hacer precisamente eso. Nos ayudan a ser más coherentes con nuestros valores, facilitando que los demás confíen en nosotros. Un individuo honesto no mentirá ni engañará; un individuo justo no se aprovechará de los demás; una persona con integridad defenderá lo que cree, incluso si es impopular.
Las aplicaciones de la ética de la virtud en la vida:
La ética de la virtud es uno de los tres enfoques principales de la filosofía moral. Los otros dos son la deontología y el consecuencialismo. Dentro de la ética de la virtud, hay cuatro virtudes principales. Son la sabiduría, el coraje, la justicia, la autodisciplina y la moderación. Estas virtudes se pueden aplicar en la vida de muchas maneras diferentes. La sabiduría es una virtud que nos ayuda a tomar buenas decisiones para nosotros mismos y para los demás. El valor nos ayuda a hacer lo que sabemos que debemos hacer, incluso cuando es difícil o da miedo. La justicia nos ayuda a tratar a todos de manera justa, independientemente de su raza, sexo o religión.
Críticas a la ética de la virtud:
Algunos filósofos no creen que la ética de la virtud sea tan completa como otras filosofías. Algunos críticos dicen que puede ser difícil determinar qué tan virtuosa es una persona, mientras que otros señalan que las personas a menudo usan sus virtudes para justificar un comportamiento egoísta. Sin embargo, estas críticas no son necesariamente exclusivas de la ética de la virtud; muchos de ellos también podrían aplicarse a la deontología o al utilitarismo. Por ejemplo , algunas personas pueden afirmar que nunca se puede saber si alguien es realmente honesto porque puede haber mentido sobre una cosa pero dicho la verdad sobre otra.
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Artículo escrito por moneysingh02000 y traducido por Barcelona Geeks. The original can be accessed here. Licence: CCBY-SA