Interacción humano-computadora a través de los tiempos

Introducción: 
el advenimiento de una maravilla tecnológica llamada «computadora» ha revolucionado la vida en el siglo XXI. Desde IoT hasta automóviles autónomos y ciudades inteligentes, las computadoras se han filtrado a través del tejido de la sociedad. Como era de esperar, los métodos con los que interactuamos con las computadoras se han refinado a lo largo de los años hasta el punto en que podemos usar nuestra propia voz para dar órdenes y ejercer poder. 

Primeros días: 
el siglo XIX vio el crecimiento de los sistemas de procesamiento por lotes. Los operadores humanos utilizaron tarjetas perforadas para introducir datos en el sistema. Estas tarjetas tenían agujeros y la luz brillaba sobre ellos; dondequiera que pasaba la luz equivalía a uno más a cero. En nuestra era de interacción perfecta con la computadora, estos métodos engorrosos, lentos y propensos a errores para ejecutar código parecen primitivos, por decir lo menos. Con el tiempo, apareció la GUI muy amigable. Xerox Star fue la primera estación de trabajo en lucir un sistema operativo GUI comercial completo con un escritorio y una pantalla de mapa de bits. 

El presente: 
ingrese a la era de los teléfonos inteligentes. Dentro de unas pocas pulgadas se encuentra un inmenso poder de cómputo. Se pueden realizar llamadas, tomar notas o mantener largas conversaciones casi humanas con asistentes virtuales como Siri, Cortana, Google Assistant, Alexa o Bixby utilizando la tecnología de reconocimiento de voz. La palabra hablada se convierte en una secuencia de ceros y unos mediante un ADC. Esto luego se subdivide en segmentos tan cortos como unas pocas centésimas de segundo. Se emparejan con lo que se llama fonemas, el elemento más pequeño de una lengua. Ahora se examinan modelos estadísticos complejos para descubrir el contexto de la palabra hablada. 

Quizás el método de interacción más fascinante se encuentra en Internet de las cosas (IoT). Dispositivos como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, automóviles y casas se conectarán en una gran cantidad de redes. Los sensores ubicados en innumerables puntos recogerán información útil. Entonces, cuando los botes de basura estén llenos, los sensores alertarán a los camiones automatizados para que eliminen la basura segregada. Uno puede solicitar un asistente virtual para encender el calentador en un automóvil sin poner un pie en el garaje. 

El futuro: el 
aprendizaje automático es una aplicación de IA que proporciona a un sistema la capacidad de extraer inferencias de la interacción con el entorno de la misma manera que lo hacen los humanos. Le permite al dispositivo pensar por sí mismo, lo cual es bastante fascinante porque imbuir un objeto no vivo con el poder de pensar con un alto grado de inteligencia es nada menos que crear un nuevo organismo desde cero. Se debe lograr un equilibrio, de lo contrario, podríamos encontrarnos controlados por nuestras propias creaciones. Aquí radica la controversia en la interacción entre el hombre y las computadoras, ya que los hombres tienden a volverse más parecidos a las máquinas a medida que las máquinas se vuelven más parecidas a los humanos.
 

Publicación traducida automáticamente

Artículo escrito por SuchandraDatta y traducido por Barcelona Geeks. The original can be accessed here. Licence: CCBY-SA

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